Los sentimientos y pensamientos específicos que experimentas cuando meditas son personales. Es decir, cada persona sentirá diferente de acuerdo con sus antecedentes, temperamento mental, profundidad y tipo de meditación. Es fundamentalmente un acto privado, aún cuando medites en grupo. Generalmente cuando empiezas a fijar tu atención hacia adentro y detienes tu foco exterior de tu atención normal, te volverás conciente de lo que está pasando en el entorno. Es como el estar quieto, te permite escuchar los sonidos de la naturaleza desde el exterior de tu oficina, o de tu casa. Podría ser agradable o inaguantable, dependiendo de cual sea el trasfondo. Pero conforme te sientas y aprendes a calmar tu respiración y a estar relajad@, hasta las cosas intolerables pueden ser vistas con ecuanimidad. Tu puedes rápidamente volver a estar cómod@ procesando toda clase de sentimientos y pensamientos.
La vida es una mentira si no has encontrado tu verdad personal. La meditación es un sistema regulador del pensamiento que procesa tus pensamientos por ti. Cada nuevo pensamiento acarrea un gusto y un disgusto. Cuando sigues el rastro de tus gustos, terminas en la molestia. Cuando sigues el rastro de tus disgustos, terminas en el odio y el enojo. Cuando meditas en la trinidad de estos pensamientos, los pensamientos izquierdos y derechos estarán automáticamente contigo, y se volverán predominantes.
Cuando meditas, los pensamientos rechazados por el subconsciente a flotar en la forma de señales negativas. Para controlar esta corriente de pensamientos, golpéala con un “Waje Guru! Muy positivo. Cruza los negativos y hazlos positivos. Cuando esto se vuelve algo automático, desarrollas la intuición. Sin intuición eres como un animal impulsivo, sujeto a las circunstancias y esas circunstancias no están sujetas a ti.
No mides el peso que tu espíritu puede cargar, un foco de 25 watts no puede hacer el trabajo de uno de 2000 watts. Los pensamientos no controlados pueden llevarte a lugares a donde el regreso es prácticamente imposible. El código de conducta de la sociedad te obliga a estar en ella. Cuando quieres liberarte de ese código de conducta, recibes una enorme presión. Te vuelves negativo y comienzas a culpar a los demás. El entendimiento de tu vida se vuelve osado e incondicionalmente inmaduro.
La tragedia comienza cuando los padres no enseñan a sus hijos a sentarse. Haz que tu hijo se siente contigo 15 o 30 minutos sin que ninguno de los dos pronuncie palabra alguna. Tendrás un santo, un niño capaz de sentarse a meditar en cada pensamiento. Debemos enseñarles la consistencia, y la consistencia no puede ser enseñada a menos que se tenga un poder meditativo sobre los pensamientos.
Guru Nanak dijo que bañarse en lugares benditos, meditar, adorar y realizar rituales, no es algo que sea real si todavía no haz encontrado el Nam. El Nam es tu propia identidad. Si no tienes pureza de identidad, haz desperdiciado tu vida. Todo lo que tienes no vale de nada, excepto por la identidad de tu propia realidad. Tu propia verdad te da resistencia, tolerancia, gracia y competencia. Sin ella, desarrollaras tus expectativas en alguien o algo más, y estas expectativas nunca se realizarán.
La gente normal tienen quince personalidades cambiantes y un ser verdadero. Dicen una cosa, hacen otra y quieren decir algo diferente. Si aprendes a controlar todo esto mediante la meditación y la regulación de tus pensamientos, no habrá dualidad. El éxito es un espejismo a menos que seas exitoso con tus propios pensamientos.
25 September 2008
Sat Pal Kaur Khalsa – 12:03 am
«¿Qué es la meditación? ¿es una técnica que puede practicarse? ¿es un esfuerzo que hay que hacer?¿es algo que la mente puede lograr? no lo es.
Todo lo que la mente puede hacer no puede ser la meditación, pues es algo más allá de la mente, la mente es impotente para ello. la mente no puede penetrar la meditación; donde termina la mente, empieza la meditación. Hay que recordarlo, porque en nuestra vida, todo lo que hacemos, lo hacemos por medio de la mente; todo lo que logramos, lo logramos por medio de la mente. Y entonces, cuando miramos al interior, otra vez comenzamos a pensar en términos de técnicas, métodos, actividades, pues todas las experiencias de la vida nos demuestran que todo se puede hacer con la mente. Si. Con la excepción de la meditación. Todo puede hacerse con la mente; la mente puede hacerlo todo, excepto meditar. Pues la meditación no es un logro, es un estado, es parte de tu naturaleza… no tiene que lograrse; solo debe reconocerse, solo tiene que recordase.
Allí está, esperándote; solo tienes que mirar hacia adentro y está disponible para ti. Siempre la haz llevado contigo, siempre.
La meditación es tu naturaleza intrínseca, eres tu, es tu ser, no tiene nada que ver con tus actividades. No puedes tenerla, no puedes no tenerla, no puedes poseerla. No es una cosa. Eres tu, es tu ser.
Una vez que entiendes lo que es la meditación, las cosas se aclaran. De lo contrario, sigues buscando a ciegas, en la oscuridad.
La meditación es un estado de claridad, no un estado mental. La mente es confusión, nunca es clara. No puede serlo. Los pensamientos crean nubes a tu alrededor, nubes sutiles. Crean una bruma que opaca la claridad. Cuando los pensamientos desaparecen, no hay más nubes en tu entorno; cuando simplemente eres, surge la claridad…
La meditación es claridad, absoluta claridad de visión. No es nada que puedas pensar… «Deja de pensar» sencillamente es «no hagas nada» Siéntate. Deja que los pensamientos se decanten. Deja que la mente caiga por su propio peso…
ZaZen: solo sentarse y no hacer nada, un día la meditación ocurre, ella viene hacia ti…»
Osho, del libro Lecciones esenciales de las grandes tradiciones espirituales del mundo.
Siéntate en postura fácil, coloca la mano izquierda al centro del pecho en el centro del corazón, los dedos están paralelos al suelo apuntando hacia la derecha. Levanta la mano derecha hacia el lado derecho, la palma mira hacia el frente, el codo está relajado, cerca del costado, con el antebrazo perpendicular al suelo. Coloca la mano en Gyan Mudra, el mudra de la sabiduría, sería tocando la yema del dedo índice con el pulgar. Cierra los ojos y céntrate en el punto del entrecejo, el punto de intuición, y concéntrate en el flujo de la respiración, inhala lento y profundo y sostén la respiración por dentro y levanta el pecho, retenla el mayor tiempo posible. Después exhala lentamente y cuando haya salido totalmente, sostenla el mayor tiempo posible y continúa con este patrón de respiración. Para finalizar inhala y exhala fuertemente 3 veces.
La mano izquierda colocada en el pecho, crea una profunda quietud y la mano derecha te lanza hacia la acción pero con un mudra receptivo y relajado. Toda la postura te induce a un sentimiento de tranquilidad. Cuando estés emocionalmente perturbado realiza esta meditación para decidir como actuar, y actuarás con todo tu corazón. Esta meditación físicamente fortalece los pulmones y el corazón. Tiempo de 3 a 31 minutos.
Con Mangala charan mantra:
(extiendes los brazos en mudra de oración)LLUGAAD GURE MANE
(los llevas al centro del corazón)
(extiendes los brazos en mudra de oración)
SIRII GURUU DEV NAME
(los llevas al centro del corazón)
El calibre es la capacidad para mantener la actividad y el estado proyectado de nuestro ser comprometido. Cuando nos volvemos nuestra propia autoridad directiva, entonces, la psique puede realizar el ser y podemos ser felices. Normalmente, rechazamos la autoridad e iniciamos un caos, por un intento de crear individualidad por medio de la diferencia más que a través de integridad y totalidad.
Siéntate en postura fácil, mantén el torso recto en todo momento.
Fija los ojos en la punta de la nariz.
Inhala profundo por la nariz, exhala completamente por la boca con los labios fruncidos. Inhala nuevamente por la boca y continúa exhalando por la nariz. Así sucesivamente. Al finalizar, inhala, sostén la respiración mientras extiendes ambas manos por encima de la cabeza. Exhala y continúa estirando durante otras 2 respiraciones profundas. Relaja
Este mantra hará que expandas tu aura, cuando te sientes deprimida o desprotegida, estás con el aura pequeño y todo te afecta, con este mantra, conectas con el campo universal, y elimina de tu alma el sentimiento de soledad y separación. Este sonido MAAA, invoca la compasión y protección. Con este sonido tu alma se vuelve un niño, una niña, y el universo de vuelva la Madre. Si la llamas, ella vendrá para darte ayuda y consuelo.
Para esta meditación necesitaras una pieza de fruta, la cual será llevada con amor y propia aceptación. Una manzana funciona muy bien.
Siéntate en una posición cómoda con la espalda recta. Estira los brazos hacia delante enfrente del cuerpo con la palma izquierda mirando hacia arriba y la palma de la mano derecha hacia abajo, manteniendo la fruta. Ojos cerrados.
Respira largo y profundo y conecta el ombligo (el área abdominal) con la fruta trayendo la energía, prana, hacia el cuerpo: 9 minutos.
Luego, coloca las manos con la fruta en el centro de tu ombligo y mantenla ahí con respiraciones largas y profundas por otros 9 minutos. Para finalizar: Inhala y aprieta la fruta contra el ombligo mientras presionas la lengua contra la parte superior del paladar. Exhala. Ahora puedes comerte la fruta.
RA. Energía del sol.
MA. Energía de la luna
DA. Energía de la tierra
SA. Energía del Infinito Universal
SE (sey). Personificación de SA: TÚ
SO. Sentido personal de unión con SA
HANG. El Infinito vibrante y real. YO SOY TÚ
RA MA DA SA es el mantra de la tierra. SA SEY SO HANG es el mantra del éter.
Endereza la columna y aplica cerradura de cuello (retrasa el mentón, enderezando la cabeza). Ubica los codos pegados a las costillas, antebrazos y palmas hacia arriba. Acerca naturalmente el canto (la base) de tus palmas al nivel del corazón, a ambos lados del pecho y separa las manos, con las palmas rectas y hacia arriba, hasta un ángulo de 45 grados. Las muñecas permanecen a 45 grados en relación con los lados del cuerpo. Cierra los ojos, inhala profundamente y canta el mantra completo durante una exhalación.
En el primer Sa y en Hang contrae el Nabhi (punto umbilical). Estas sílabas son cortas y el sonido Hang ha de vibrar en el entrecejo y hacia adentro, hacia la cavidad nasal y el cerebro. Las demás sílabas se cantan poderosamente, usando todo el aliento al terminar cada repetición del mantra.
Para finalizar, inhala, suspende el aliento y haz circular la energía curativa. Visualiza un arco de luz entre las manos, expandiéndose hacia el aura y visualízate o refleja en tu memoria visual una imagen de la persona a la cual quieres sanar. Exhala. Inhala, visualiza nuevamente este arco de luz, exhala y relájate. Desde 3 minutos hasta 31 minutos.